La nueva gramilla del estadio Metropolitano crece cobijada por un enorme tendido de polisombra y mimada como si fuera un bebé recién nacido por varios trabajadores que dimensionan la enorme responsabilidad que tienen entre manos, pues el césped atraviesa un momento crucial en su sembrado.  

Así lo explicó el ingeniero Juan Guillermo Correa, agrónomo de Equiver, empresa encargada de la instalación y cultivo de la nueva cancha del Roberto Meléndez.

“Vamos bien, cumpliendo con el cronograma de trabajo. La grama nos viene dando una evolución muy buena. Vamos trabajando muy fuerte para poder cumplir los objetivos”, le dijo a Zona Cero el ingeniero que comanda varias cuadrillas de trabajo, que funcionan a doble turno asegurándose que no haya impactos negativos en el crecimiento del campo.

Tanto es el cuidado que se tiene con el gramado, que sin dudarlo, el ingeniero Correa dice que estará cancha estará al nivel de las mejores del continente.

“Vamos a tener una cancha con muy buena calidad, una de las mejores del país y quizás de muchas partes de Sudamérica. Para eso la estamos apostando a tenerla a punto para la fecha de entrega”, enfatizó.

Para ello deberán superar esta fase, que es donde la raíz de la grama se afianza en el sustrato y así se garantiza que le se nutra bien. Igualmente, es un momento delicado pues es susceptible de sufrir una infección que dé al traste con todo el trabajo y con la inversión en la misma que es de 900 millones de pesos por parte del Distrito. 

“El sustrato o la materia orgánica sobre la cual la cancha vivía ya había cumplido su vida útil. Ya estaba la arena un poco deficiente de nutrientes. Por eso se tomó la decisión de cambiar la gramilla”, explicó.

En este momento delicado, el parte ha sido muy positivo por parte de los encargados. Sin embargo, no lo suficiente como para lanzar campanas al viento, pues las gramas son seres que viven y por tanto evolucionan día a día.

“Estamos en un proceso de germinación de la grama. Arreglando perímetros. Nos ha dado una buena muy evolución y estamos muy contentos. Vamos bien, tenemos que tener en cuenta que estamos trabajando con un ser vivo y que nos puede dar una deficiencia que nos pueda atrasar el trabajo, pero hasta el momento se ha comportado muy bien”, comentó.

Así mismo, dijo que les gustaría que lloviera un poco para estas fechas finales, lo cual ayudaría al crecimiento de la grama y para amortiguar la acción de los rayos del sol sobre el terreno, pero que aún si esto no llegase a pasar las cosas deberían marcar bajo control.

“En este momento sería muy buena que nos cayera agua. Pero con un buen plan de fertilización y manejo del agua se evoluciona muy bien”, cerró.

La cancha del estadio Metropolitano, que iniciaron en diciembre pasado, debe quedar lista para su entrega para el seis de marzo, justo para albergar los partidos de Junior y los de la Selección Colombia en la eliminatoria mundialista.